Las embajadas de Moros y Cristianos de Elche, junto con los Alardos y Entradas, forman parte de la trilogía festera que componen nuestras fiestas, tratan de rememorar la historia que aconteció en aquella época de dominación Árabe y posterior reconquista por parte cristiana de nuestras tierras, en algunos casos cruenta, aunque no en el caso de la ciudad de Elche, pues fue fruto de una negociación de Jaume I y su escribano Astruc Bonsenyor con las autoridades árabes de la ciudad de Elche, encabezada por el mandatario Mohamed Abengalip.
Las embajadas son representadas en un marco incomparable como es el Palacio de Altamira situado en las inmediaciones de la Basílica de Santa María de nuestra ciudad, enclavado en el Parque Municipal de Elche, rodeado de huertos de palmeras, que dota de autenticidad a las representaciones, y sin duda nos transporta a la época medieval con gran fidelidad.
Las embajadas de moros y cristianos de Elche empiezan a gestarse cuando el festero alcoyano Salvador Doménech i Lloréns se ofrece a la Asociación festera de Moros y Cristianos para asesorarla en materia de embajadas y confeccionar unas embajadas propias, en aquellos entonces presidida por el Sr. Elias Jover, y es en el año 1979 cuando presenta un resumen de unas embajadas en prosa y verso que una vez leídas suscitan gran interés entre público y festeros asistentes, es así, que en al año 1980 se representan por primera vez dentro del ámbito de las fiestas de Moros y Cristianos de la ciudad, la Embajada Mora el día 8 de Agosto y el día 10 de Agosto la Embajada Cristiana, posteriormente se vuelven a representar un 7 y 9 de Agosto del año siguiente. En el año 1982 y bajo la presidencia del Sr. Miguel Olivares, un 27 de Mayo, se acepta y aprueba en junta el texto con ligeras modificaciones, para ser oficialmente el texto de las embajadas tal y como hoy las conocemos actualmente.
Los embajadores el día del estreno fueron Emilio Domenech, en el papel de Embajador Moro y José María Rial en el de Embajador Cristiano y Aragonés, bajo la dirección de Francisco Martínez López. El papel de Rey D. Jaime I es representado por José de la Coteva, posteriormente y hasta el año 2014 por D. Gabriel Clement, y a partir de la retirada de este, hasta hoy, el papel es representado cada año, por una persona designada en conjunto por el grupo de embajadas y el presidente de la Asociación, queriendo destacar y reconocer su trayectoria dentro de las fiestas de moros y cristianos.
Las representaciones de las Embajadas, desde sus orígenes hasta la actualidad han ido evolucionando, con cambios tanto en la escenificación de las mismas como de embajadores. En los primeros años de las representaciones, las embajadas se representaban por la mañana, pero es en el año 1992, bajo el mandato del entonces presidente Sr. Cristóbal Manzaneque, cuando las embajadas empiezan a representarse por la noche, y sucesivamente en el mismo día, con gran éxito de público asistente, y gran aceptación por parte de los festeros, también el año anterior José María Rial es sustituido por Juan A. Asencio Botella y José Manuel Botella Sesé, desdoblándose el papel en cada una de las representaciones, Embajador Cristiano en la Embajada Mora y Embajador Aragonés ó Astruc Bonsenyor en la Embajada Cristiana, siguiendo Emilio Domenech en el papel de Embajador Moro o Mohamed Abengalip, más tarde, en el año 2000, Salva Castaño entra a formar parte del grupo de embajadores, sustituyendo a Emilio Domenech, en la representación del Embajador Moro ese mismo año y el siguiente, ya en el año 2004, y tras la retirada de Emilio Domenech y Juan Antonio Asencio, y la incorporación de Javier Mazón como Embajador Cristiano, el equipo de actores queda completo hasta la retirada de Javier Mazón en el año 2014, que es sustituido en el papel de Embajador Cristiano en la Embajada Mora, quedando el equipo de actores que representan las embajadas compuesto por Salva Castaño, Juanjo Álvarez en el papel de Embajador Cristiano y José Manuel Botella como Embajador Aragonés, quien en el año 2016 cumplió 25 años representando el papel de Astruc Bonsenyor.
A este elenco de festeros que representan o han representado los papeles principales hay que añadir los no menos necesarios papeles de vigías quienes durante los años han participado en el papel de vigías, como son Juán Sempere Calvo, Juán Antonio Maciá, Esteban Sánchez, Manuel Cedillo, o Juan Luis Ros.
Es bajo la presidencia de Cristobal Manzaneque cuando las representaciones de las Embajadas de Moros y Cristianos ilicitanas empiezan a gozar de notoriedad y éxito, tanto en el ámbito de los pueblos festeros inscritos a la UNDEF, como de otros pueblos festeros, siendo habitual y frecuente la asistencia de festeros y embajadores de otros pueblos a nuestras representaciones.
Para la representación de las Embajadas, es necesario reconocer la participación de los festeros de todas las Comparsas que, actuando como tropa, luchadores y pueblo, hacen de éstas una de las mejores de todo el ámbito Festero, y sin los cuales quedarían absolutamente deslucidas y carecerían del rigor histórico que desde su inicio se le ha intentado dotar.